Dentro del mágico mundo del Tarot, los Arcanos mayores conforman las 22 cartas principales de cualquier mazo, representando los arquetipos universales que son todos aquellos aspectos comunes a todos los seres humanos.
La emperatriz representa a una mujer joven y madura, en la mejor etapa de su vida. Es inteligente y ha adquirido la sabiduría de quien aprende de la experiencia y la aplica a su vida. Conserva su vitalidad, pues es consciente de los atributos de la materia, de su cuerpo. Es sensual, exuberante, y cuida muy bien de sí misma. Como símbolo de la tierra que es, es consciente de su poder sobre la materia, pero también es un arcano con gran inteligencia y raciocinio, a la vez que afectividad. Intelectual al máximo, alimenta su avidez de conocimiento constante para así aplicarlo a lo práctico. Es muy independiente, pero también maternal y esposa ejemplar. Brillará con luz propia y rara vez será la sombra de otros, aunque también puede representar el poder en la sombra, si lo cree conveniente. Es sociable y se comunica hábilmente.

Mientras que la sacerdotisa se centra en la espiritualidad y hacer fecunda a la Madre Naturaleza (representada en la emperatriz), esta aporta la inteligencia de la mente concreta, puesta a disposición de la materia y la capacidad de crearla. Su complementación forma parte del perfecto equilibrio femenino. Por ello, la emperatriz representa los poderes de la tierra fértil y el crecimiento de lo sembrado, desplegando toda su exuberancia sobre lo creado. No hay que olvidar que su formidable energía está al servicio del espíritu. Tras su aparente frialdad, dispone de una lucidez total, que la convierte en una excelente educadora. Cumple un papel transmisor, aunque muchas veces no somos conscientes de ello, y siempre predominará en ella la búsqueda de equilibrio entre ambos planos, el material y el espiritual.
El 3 es su número, y este está representado por el equilibrio perfecto: cuerpo, mente y espíritu. Pero sobre todo, su empeño es ser la representación viva de la inteligencia. Lo cuestiona todo y esto le lleva a una incesante búsqueda del conocimiento. Esto, junto a la elegancia de su porte, hace que se distinga y sea apreciado por los demás, y lo sabe.
Lectura e interpretación
La emperatriz nos habla de libertad total. Somos libres para pensar y actuar. Proporciona el poder tomar acceso a nuestra conciencia y sacar a la luz aquellas cosas de nosotros que hasta ahora se habían mantenido ocultas. También nos invita a dar a luz a nuestros proyectos y poner en valor todo lo aprendido con anterioridad. Estamos preparados para comunicar y enseñar aquello que hemos creado. Actúa como agente transmisor y negociador, librándonos del caos, por lo que en momentos de duda o exaltación nos ofrece el equilibrio necesario por medio del razonamiento lógico.
Para negociar, nos libra de la afectividad inútil y nos dota de una frialdad inmutable. Nos invita a ser autónomos y autosuficientes, y a utilizar en nuestro provecho los juegos mentales. Excelente para los trabajos científicos y muy en particular para la investigación psíquica y psicoanalítica. Aunque invita a la acción, también nos recomienda prudencia a la hora de llevar a cabo nuestro proyecto personal. La acción debe ser serena y tranquilizante, pues es promesa de paz y elevación, así como de abundancia material. Es momento de completar e incluso de perfeccionar nuestros conocimientos, sobre todo si hasta el momento no ha sido posible realizar los estudios que deseábamos. Nos habla de una mujer inteligente y autosuficiente, que cuando entrega su corazón lo hace con plena libertad y decisión. Puede anunciar un embarazo deseado y esperado. Es el momento de traer algo nuevo al mundo. Salud y prosperidad. Revitalización y rejuvenecimiento en la mujer.
Invertida o mal aspectada no pierde su energía positiva, pero sí nos advierte de que debemos cuidarnos de la falta de reflexión, de las palabras imprudentes, la pedantería y los errores de juicio. Nos hará más perezosos y dilatara los resultados en el tiempo. También puede ser signo de error al elegir los estudios, un trabajo e incluso una pareja, pero la bondad de este arcano nos permitirá, tarde o temprano, subsanar el error.

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