Dentro del mágico mundo del Tarot, los Arcanos mayores conforman las 22 cartas principales de cualquier mazo, representando los arquetipos universales que son todos aquellos aspectos comunes a todos los seres humanos.

rueda-fortunaEn este arcano se manifiesta el continuo ir y devenir, el alma sujeta a la continua rueda de las encarnaciones y la obligatoria necesidad de evolución mediante nuestras vivencias y experiencias. Representa nuestra naturaleza animal, y cómo esta se va refinando a medida que avanzamos. Aunque también nos habla de cómo el sometimiento a nuestros sentidos puede hacernos involucionar en nuestro deseo de sumergirnos en el mundo material y experimentar las profundidades, los apegos. Aún así, estas mismas motivaciones son las que nos impulsan a girar la rueda de forma constante y transcender y remontar hacia la humanidad que llevamos dentro. Simboliza el instinto, la audacia, y la fuerza que nos ayuda a superar las pruebas y alcanzar el máximo nivel en lo físico y terrenal, alcanzando así nuestros propósitos. No debemos olvidar que la rueda es manejada por el poder divino. Nos promete éxito y felicidad, pero sin olvidar que estamos sujetos a leyes de reciprocidad, donde recogeremos el fruto de aquello que sembremos. Esta es la razón por la que esta carta está tan directamente relacionada con el karma. Siempre nos presentará las pruebas y obstáculos que sean necesarios para nuestra evolución, y volver a comenzar tras cualquier fracaso, recordándonos inexorablemente las tareas que para ello debemos llevar a cabo, para así lograr la transformación de lo vil a lo sublime.

Su número es el 10, y representa el alma que se enganchó al tren de la vida y está provisto de la energía necesaria para experimentarla. De espíritu aventurero, derrocha adrenalina, la cual le ayuda a adaptarse y confrontar lo inesperado mediante la acción inmediata. Sin embargo, esta envidiable condición, también le recordará que, de no estar alerta y caer en la despreocupación, perderá su equilibrio interno. Si se para, se precipitará al pozo de la inseguridad del que solo podrá escapar cuando vuelva a confiar en su grandeza y en su capacidad espiritual para estar conectado con su alma y el universo.

Lectura e interpretación

En una tirada, la rueda de la fortuna nos indica que es el momento oportuno para tratar el asunto en cuestión que nos preocupa, y actuar en consecuencia. Nos anuncia cambios rápidos, inevitables y necesarios, y nos recuerda la capacidad que tenemos de soslayar y transcender cualquier dificultad que estemos atravesando, prometiéndonos las oportunidades para lograrlo. Pero también nos dice que valoremos y manifestemos nuestra gratitud por aquellas cosas buenas de las que disponemos en nuestras vidas, pues la ingratitud, y no darles el justo valor que merecen, puede llevarnos a la pérdida, sea de un trabajo, un amor, o algo material. Atención a nuestras debilidades, pues pueden retrasar nuestros avances. La victoria nos espera al final, siempre y cuando emprendamos las acciones necesarias. Entonces nos promete éxito, honores, ascensos y logros materiales. Anuncia viajes que serán fundamentales para nuestro crecimiento. Tiempo de bonanza en el que será bueno ser previsores y ahorrar. Es muy buen momento para explorar y descubrir nuevos lugares, buscar espacios abiertos y aventuras.

Buen momento para cambiar de trabajo o residencia. Esta carta nos recomienda como mejor momento para llevar a cabo los cambios, el invierno y el verano. Debemos observar el momento en que se presentan las oportunidades, pues si las dejamos pasar de largo, estas volverán a presentarse en los mismos periodos, incluso con las mismas pruebas y/o alegrías. Momento muy favorable para actividades artísticas, viajes de trabajo, ambiciones y logros materiales, pues la suerte está de nuestra parte.

Invertida o mal acompañada, nos estará advirtiendo que si caemos en la negligencia o la pasividad, nos convertiremos en victimas de nuestros errores. Cuidado con los viajes, pues sufrirán contratiempos o inconvenientes. Situación de inestabilidad o mala percepción de la realidad. Fatalismo. Apegos malsanos.