Dentro del mágico mundo del Tarot, los Arcanos mayores conforman las 22 cartas principales de cualquier mazo, representando los arquetipos universales que son todos aquellos aspectos comunes a todos los seres humanos.
Este arcano representa mejor que ningún otro las leyes del dharma y el karma, la ley de causa y efecto, recordándonos que toda acción trae consigo una reacción o consecuencia. Su campo de acción, su dominio, no se encuentra en el mundo material, sino en un nivel superior de comprensión, en el más alto nivel de conciencia. El personaje que representa es incorruptible, y defiende sin inmutarse la igualdad de derechos y la justicia, siempre en ayuda a lo humano. Su naturaleza es mental, y su acción es rápida y cargada de positividad. Unifica y exige coherencia entre nuestros pensamientos y nuestros actos. Actúa como una fuerza protectora y conciliadora de los opuestos.
La energía entre los niveles superiores de la mente y el cuerpo fluyen en armonía, procurando el equilibrio y el acuerdo con nosotros mismos. Su parte más humana nos subraya la necesidad de comprender todo aquello que nos rodea, al mismo tiempo que nos recuerda el poder curativo del amor universal. Siempre es símbolo de esperanza y fertilidad, por lo que nos recuerda lo conveniente de forjarnos una realidad perfectamente consciente, asumiendo que somos responsables de aquello que sembramos y consecuentemente recogemos. Por lo tanto, siempre es buen momento para comenzar de nuevo y asumir nuestros errores.
Su número es el ocho. Volcado, es el símbolo de infinito y del tercer ojo o chacra del entrecejo. Por ello nos recuerda que como es arriba, es abajo, y que la perfección se encuentra en el equilibrio entre lo espiritual y lo material. El ocho es la gran lógica, la protección familiar y el equilibrio económico, emocional y espiritual. Por ello dedica su existencia a la justicia y la organización, erigiéndose en líder y jefe de familia. Si no aparece el equilibrio, el desorden y el caos reinará en sus vidas.
Lectura e interpretación
La justicia nos advierte con firmeza que tengamos cuidado con nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestras acciones, pues del mismo modo que el boomerang, todo aquello que sembremos, nos será devuelto, para bien o para mal. Debemos convertirnos en nuestros propios jueces y tomar plena conciencia de nuestros actos. Nos recuerda que no debemos emitir juicios sobre los demás, pues su verdad, no tiene por qué ser igual a la nuestra. A un nivel personal, o comunitario y social, se encargará de impartir justicia. Nos pide responsabilidad, honestidad hacia nosotros mismos y los demás, y establece la igualdad de derechos fundamentales.
Es implacable y no admite errores. Por ello, la benevolencia de esta carta depende exclusivamente de nosotros. Nos invita a organizar nuestra existencia y a rectificar errores, y nos dice que con toda claridad, nosotros ya sabemos la respuesta a aquello que hemos preguntado. En positivo, representa el juicio a nuestro favor. Firma de papeles provechosos. Ascenso. Recogida de cosecha. Recompensas. Es momento de ser optimista y llevar a cabo nuestros sueños, el momento es propicio para nuestro progreso. Coherencia entre lo que pensamos, decimos y hacemos. Decisión razonable, tomada sensatamente. Objetividad. Equilibrio. Evolución. Madurez. Indulto.
Invertido o mal acompañado, nos puede advertir de disturbios sociales o de problemas en nuestro medio inmediato: trabajo, hogar, etc. Castigos. Despido. Pérdida de juicios. Irresponsabilidad. Crítica destructiva. Engaños. Autoengaño. Desorden. Dispersión. Desequilibrio. Problemas de salud. Contrariedades. Divorcio. Pérdidas.

Comentarios recientes