Dentro del mágico mundo del Tarot, los Arcanos mayores conforman las 22 cartas principales de cualquier mazo, representando los arquetipos universales que son todos aquellos aspectos comunes a todos los seres humanos.
Este arquetipo también es denominado como el arcano de “la decisión”, con él comenzamos a adentrarnos en nuestro mundo consciente y en todas aquellas emociones y decisiones que van a comenzar a tomar parte de nuestra vida.
Tres personajes aparecen en esta carta. En medio, un joven enamorado (hombre o mujer), que tiene que tomar la que es posiblemente una de sus primeras y más importantes decisiones en su vida. Por un lado, alejarse del amor y hogar familiar, para adentrarse en otra historia de amor muy distinta, creando su propia familia y su propio hogar. Es un arcano positivo, que representa la fuerza de la intuición y el verdadero amor que hay en nosotros. Nos sitúa en una transición desde el plano físico y mental hasta el del amor. Hay dos caminos que se nos ofrecen, y ambos son positivos, teniendo en cuenta la naturaleza del consultante y su libre albedrío, donde solo desde su intuición –desde el corazón– tomará la decisión correcta. Por otro lado, puede representar la unión de los opuestos en nuestro propio ser. Somos seres duales donde el equilibrio entre lo femenino y lo masculino, el ying y el yang, es parte de la alquimia perfecta en el encuentro de nuestro equilibrio interior. Es el símbolo del conocimiento, la sabiduría a través del amor incondicional, como elemento sanador de todas las partes que participan, representados por los personajes que aparecen.
Su número es el 6, y vino al mundo para examinarlo todo con la curiosidad de la eterna juventud, viviendo todo intensamente con la inocencia innata de un corazón puro. Es divertido y juguetón al igual que un niño. La familia es muy importante para él. También puede tener días tristes, donde la duda se hará presente y entre en un estado de queja, intentando justificarse por todo y cayendo en el desagradable papel de víctima. En esos momentos, volverá a ser un niño dependiente que buscará a su familia en el intento de volver a construir su mundo ideal.
Lectura e interpretación
Abrir nuestro corazón. Encuentro o reencuentro afectivo. Enamoramiento. Sentimiento de gozo y felicidad. Experiencia deliciosa que nos hará inmensamente felices. Celebración familiar. Momento de optimismo y confianza. Nos sentimos amados y aceptados. Los enamorados es un arcano mediador que nos puede estar comunicando la posibilidad de una unión de cualquier tipo: asociación, sociedad o matrimonio. Es el momento de tomar decisiones, así como de defender aquellas que hayamos tomado. Somos libres y responsables para ello. El “libre albedrío” está aquí perfectamente representado. Nos advierte que actuemos desde el corazón y seamos valientes para ir hacia donde deseamos, tanto en el plano emocional como material. Nos invita a experimentar el amor y el compromiso como paso necesario en nuestra madurez emocional. También nos puede estar indicando que tendremos que hacer de mediadores entre otros y ayudar a resolver conflictos o malos entendidos.
Representa la incesante evolución del aspecto más cálido de nuestro ser, la capacidad de amar y dejarse querer. Da calor físico y moral y nos invita a expresar nuestros más profundos sentimientos. En el caso de mala salud, nos anuncia el restablecimiento de la misma, sobre todo por medio de métodos naturales. En cuanto al trabajo, nos puede estar indicando que llevamos a cabo una doble actividad o que tendremos que hacerlo; en cualquier caso, ambas importantes para nosotros. Invertido o mal aspectado, nos estará advirtiendo de todo lo contrario. No es momento para tomar decisiones o tendremos que considerar y enmendar alguna ya tomada. Nos recomienda elegir mejor nuestras amistades y aquellas personas a las que entregamos nuestro corazón. Cuidado con la dispersión. Salud delicada, es preciso recobrar el equilibrio en todos los aspectos. Cuidado con los amores egoístas, posesivos, o dependientes, los caprichos, la sexualidad mal interpretada y la falta de madurez para adentrarnos en un compromiso afectivo.
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